El control pediátrico es crucial para monitorizar el crecimiento físico, desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Permite detectar tempranamente posibles problemas de salud, proporciona orientación a los padres sobre la nutrición y cuidado adecuado, y asegura la administración oportuna de vacunas. Además, facilita la detección temprana de trastornos del desarrollo y ofrece oportunidades para educar a las familias sobre prácticas saludables, promoviendo así un crecimiento y desarrollo óptimos desde la infancia.
- Evaluación física: Revisión completa del estado de salud, mediciones de peso, talla y perímetro cefálico, y examen de signos vitales como frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Desarrollo y hitos alcanzados: Evaluación en áreas motoras, cognitivas, sociales y del lenguaje, comparando con estándares de desarrollo esperados para la edad.
- Vacunación: Revisión y administración de vacunas según el calendario oficial.
- Consejería y educación: Orientación a los padres sobre nutrición, sueño, seguridad en el hogar, desarrollo emocional y conductual.
- Detección de problemas de salud: Pruebas para identificar enfermedades crónicas, trastornos del desarrollo, problemas de visión u audición.
- Historia clínica y seguimiento: Actualización de la historia clínica del niño y establecimiento de un plan de seguimiento según necesidades identificadas.
- Referencias y seguimiento especializado: Derivación a especialistas o servicios adicionales si se identifican preocupaciones significativas para evaluación y tratamiento detallados.